El vestíbulo de La Quinta, muy del corte de los palacios renacentistas y barrocos, es una auténtica galería de retratos fruto de la actividad coleccionista de la familia Selgas. La mayoría son de escuela española de mediados del siglo.XVII, a excepción de los dos que flanquean la entrada, el Retrato de Baltasar Carlos y Fernando de Habsburgo, probablemente de escuela francesa del siglo.XVII.
Una de las obras más importantes es un óleo sobre lienzo que representa el Retrato del Infante Carlos II. Es uno de los muchos retratos que se realizaron de este personaje y que se atribuye al afamado pintor avilesino Carreño Miranda.
También destacan las dos escenas de batalla: Levantamiento del sitio de Cambray y La toma del Castillo de La Mote D’Abois, ambas realizadas en 1650 por el pintor flamenco Peeter Snayers.
En los pasillos laterales, flanqueando al vestíbulo, se encuentran dos tapices encastrados. Se trata de piezas procedentes de manufacturas de Bruselas. A la izquierda, Selección de los trescientos combatientes de Gedeón, una pieza del siglo.XVI, y a la derecha, frente a la escalera principal, Dafne y Apolo, en la que se describe una escena de la historia de estos dos personajes mitológicos, en esta ocasión se trata de un tejido del siglo.XVII.
Dos escenas de batalla, ambas realizadas en 1650 por el pintor flamenco Peeter Snayers.
Sendas obras, adquiridas en 1890, pertenecen a una serie de cuadros bélicos que este artista pintó a mediados del siglo XVII y que construyen un verdadero documento gráfico de la Guerra de los Treinta años.